Lucy se encontraba en el parque de al lado de su casa paseando a su perro Flacky.
Estaba oscureciendo.
Derrepente empezó a caer algunas gotas pero ella no se preocupó por ello.
Al rato comenzó a escuchar varios ruidos a su alrededor y sentía como si de vez en cuando alguien la tocara.
El viento soplaba muy fuerte de momento. Lucy se asustó y vio que era el momento de irse a casa.
Por el camino sintió que alguien la seguía, y efectivamente, miró hacia atrás y un enorme vampiro con una piel blanca como la cal y sus pelos en cambio negros como el carbón, sus orejas eran muy largas y puntiagudas, tenía unos colmillos finos y largos con restos de sangre, vestía una gran capa negra por fuera y por dentro roja que le cubría todo su grueso y robusto cuerpo.
Lucy se asustó bastante y comenzó a correr hacia el bosque junto a su perro. Pero ahí no hizo lo correcto. El vampiro que por lo normal corría mucho mas que ella, la persiguió y claro está que la logró alcanzar.
Este no dudó un segundo en hincarle sus grandes colmillos en su cuello. Ella gritó todo lo que pudo pero, de nada le sirvió, en cambio Flacky consiguió escapar y ladrando se alejó de aquel suceso.
El vampiro cuando terminó con su captura, es decir, su presa, se alejó entre el espeso bosque.
Lucy se quedó sola y en graves condiciones. No tardó mucho en morir, pues sus heridas eran bastantes grandes.
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